A primera hora, como es práctica habitual en el colegio, los niños y niñas leyeron, de forma individual o en parejas, un libro a libre elección de los que disponen en la pequeña biblioteca de aula. En este caso, estaba con nosotros la directora del colegio. Uno de los alumnos mostró una actitud poco correcta y la forma de corregirlo fue a través de reflexión y comprensión: la directora le indicó aquello en lo que se había equivocado y, tras cambiar la actitud, le recompensó poniéndose a leer con su amigo de clase. Igualmente, observé como dialogaba con él de forma comprensiva, preguntándole que qué le ocurría y haciéndole ver que ese malestar que presentaba se reflejaba en sus actos negativamente.
Una vez estar la tutora en el aula, les encargó a los alumnos y alumnas realizar una ficha de matemáticas individual. Este tipo de ejercicio se lleva a cabo en clase cuando se necesita unos minutos de organización para la siguiente actividad o cuando el alumnado no se muestra cooperativo. Se trata de actividades de dificultad baja que todos y todas pueden realizar de forma autónoma. De esta forma, asientan contenidos vistos en clase y se deja un espacio para una pequeña desconexión de los proyectos que realizan, así como para dejar margen a la tutora para organizar y planificar. En esta ficha de matemáticas, concretamente, se encontraban cuentas simples de multiplicación, situaciones matemáticas de aplicación y un juego visual para intentar dar sentido a las formas que se observan.
Posteriormente, dos parejas de alumnos y alumnas expusieron su parte del proyecto del universo. En dicha presentación, nos hablaron sobre las diferentes capas de la tierra y, al finalizar, los compañeros y compañeras preguntaron sus dudas. Se observa un clima participativo y de interés. Las explicaciones de las exposiciones van acompañadas correctamente de gestos y materiales para facilitar la comprensión a los compañeros/as. Los datos que aportan han sido fruto de su propio trabajo, buscando información y concluyendo ideas.
Durante el recreo, mi tutora me informó sobre el desarrollo de las clases. Comenzó hablándome sobre la legislación educativa, mostrándome los contenidos y objetivos curriculares e indicándome que ahora con la LOMCE primero van los criterios de evaluación, al contrario que antes que iban al final. Igualmente estuvimos hablando sobre los objetivos que prima la actual ley de educación, con la cual los trabajos por proyectos se ven muy fomentados. Sin embargo, la práctica no se está llevando correctamente, pues existen ya libros de texto en los cuales vienen proyectos desarrollados para llevarlos a cabo en el aula. El principal inconveniente de ello es que el tema de dichos proyectos no proviene del interés del alumnado, pues ha sido determinado por la editorial.
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Panel en el que se recogen los temas de interés del alumnado del aula |
En cuanto a la evaluación, se lleva un seguimiento continuo al alumnado con momentos puntuales en los que se le presenta una prueba. Por otro lado, me pareció interesante que la profesora utilizase los términos "sí - a veces - no" en vez de "bien - regular - mal" en la tabla de evaluación diaria ya que, aunque ésta es personal, el tipo de lenguaje representa el tipo de pensamiento y con estos términos se observa más un seguimiento del alumno/a que una asignación del mismo en un nivel. Finalmente, me comentó que la mayor prioridad que tienen en el colegio es el desarrollo de la expresión oral y escrita.
Tras el recreo, hicieron ejercicios de relajación y trabajaron las emociones: en parejas se dijeron las cosas que les gusta y no les gusta del compañero/a. Una vez finalizado el ejercicio de las emociones, colorearon los dibujos de la puerta regalada*. Para terminar el día tuvieron inglés donde la maestra encargada de esta materia les enseñó una canción sobre los planetas en inglés. El hecho de trabajar en la lengua extranjera aquello que anteriormente han estudiado facilita la comprensión del idioma y fomenta la participación, permitiendo así hablar de forma más seguida en inglés sin tener que parar constantemente a traducir y potenciándose, de esta forma, más el aprendizaje del idioma extranjero.
*La puerta regalada es una actividad propia del colegio en la cual cada aula trabaja un tema y lo expone en un mural que se colocará en la puerta de otra clase, a modo regalo. Este curso a mi clase le ha tocado la historia de Málaga. Sobre las puertas regaladas os hablaré en la sección propia para ello del apartado "El colegio".
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