Como ya dije en los días anteriores, en este día se celebraba un encuentro deportivo entre varias escuelas de Málaga. En dichas pruebas, se dividían benjamines (3º y 4º curso de Primaria) y alevines (5º y 6º curso de Primaria) y, a su vez, en esta división se diferenciaba entre femenino y masculino. Las pruebas a la que se podían presentar eran (cada niño/a elegía 2): salto de longitud, velocidad y jabalina. Finalmente, 4 representantes (dos niños y dos niñas) de cada clase compitieron en una carrera de relevo que daba fin a las actividades.
El desarrollo del día fue medianamente tranquilo habiendo algunos conflictos frutos de la competitividad entre las diferentes clases y colegios. El hecho de repartir medallas a los tres primeros puestos de cada prueba provocó que algunos niños y niñas se sintieran tristes, aunque los ganadores fuesen de su colegio y escuché mucho "tercero no gana nada...". Concretamente, hubo un niño que quedó muy afectado al no ser clasificado para la final y, mientras decían los números sí clasificados, el seguía mirando su dorsal esperando que lo nombrasen. Las competiciones pueden resultar muy duras, especialmente para aquellos y aquellas que no se encuentran del todo en "el lugar que les corresponde", por ello es muy interesante muchas de las maneras de trabajar y vivir el día a día en la mi escuela, pues pretende justamente trabajar estos aspectos. No obstante, aunque los docente en todo momento les celebraron consiguiendo que muchos otros y otras discentes sí que vieran el lado bueno en el hecho de participar y que el colegio había tenido ganadores, no se pudo evitar cierta tristeza en algunos otros niños y niñas.
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