Este día comenzó, como la mayoría, con la rutina de lectura en la que me encontré con un conflicto: una niña se negaba a leer. Al sentirme en la responsabilidad de conseguir que el alumnado realizase las tareas encomendadas, le insistí en que debía leer que seguro le gustaba la historia pero la niña continuaba negándose, así que llevé a cabo una técnica muy utilizada en la escuela según he observado: "vale, no leas ahora, pero a las 14:00 nos quedamos nosotras leyendo. Tú decides". Dije esto con la esperanza de que la alumna cambiase de opinión pero, mostrando bastante orgullo, continuó en su posición. Como resultado, me encontré al final de la jornada escolar leyendo con esta niña y con otros dos niños con los que también me encontré en una situación similar. Conclusión: la técnica de "a las 14.00 nos quedamos" es errónea por varios motivos que comentaré en las reflexiones semanales. Posteriormente, tras la hora de lectura, finalizamos el continente asiático con la sesión de la India y la ficha del continente (ver mis intervenciones).
En la hora antes del recreo asistimos a las exposiciones de segundo y quinto de primaria sobre productos andaluces y parques naturales y nacionales, respectivamente. Estas exposiciones son las propias de las puertas regaladas que cada clase ha hecho. Como comentario, decir que dentro del público nos encontrábamos con un curso de infantil y otro de primaria. Este hecho que de primeras parece ser positivo, pues invitamos a los niños/as a no ver un salto tan diferenciado entre infantil y primaria, sino más bien que se vea el crecimiento de la persona como un continuo pero, sí que faltaba una adaptación en el léxico respecto a los más pequeños/as. Además, haciendo al alumnado más consciente de estas necesidades de adaptación según el oyente, estamos trabajando diferentes áreas muy interesantes e importantes para la buena relación con el entorno. Por lo comentado, pienso que sí debería buscar un público más homogéneo, mezclando clases de infantil entre ellas o con las de primer ciclo, pero no con más mayores porque se pierden las oportunidades de aprendizaje comentadas para los/as que exponen y las propias del contenido de la exposición por parte del público de infantil.
Durante el recreo, teniendo en cuenta lo que observé en las clases del día anterior, me fijé en la diferenciación entre niños y niñas en los juegos y, efectivamente, apenas en algún grupo de juegos existía diversidad de sexo, todos eran "de niños" o "de niñas". Esto, como ya profundizaré en el apartado de El mundo y el aula, se debe en gran medida a la representación de la realidad existente en los dibujos animados que ven el alumnado. Obviamente, las vivencias familiares y el entorno tienen un gran protagonismo en esto pero, no debemos obviar cómo el mundo es presentado mediante los anuncios, series y películas a los niños/as.
En las horas siguientes se siguieron las rutinas, desarrollándose así una clase de trabajo de las emociones. Dentro de esta sección, en la cual se les leyó una historia en la que los colores se iban de una ciudad y los alumnos y alumnas relacionasen este suceso con que la ciudad fuese triste. Siguiendo esta afirmación, para ellos/as la existencia de colores es la existencia de la felicidad. Me pareció muy interesante y hablé con la profesora encargada de llevar a cabo las clases de las emociones, comentándome que tenían hecho una relación entre colores y estados de ánimos. Esta relación había sido elegida en el aula con los alumnos/as y decidieron que el azul oscuro era la tristeza, el amarillo la alegría y el rojo, la ira. Me parece una muy buena oportunidad para profundizar en la expresión artística y el lenguaje propio de la misma. Desafortunadamente, debido al poco tiempo que me queda en el colegio, no podré trabajar con esta idea, aunque me la guardo para años siguientes.
Finalmente, en inglés, vieron un pequeño vídeo sobre una historia que ya han trabajado con anterioridad en la que se busca trabajar, especialmente, el vocabulario propio de la comida.
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